Esta planta de olor característico capaz de espantar brujas, vampiros, malos espíritus y hasta parásitos parece tener origen en Asia Central, desde donde se extendió a toda Europa, y de allí fue transportada a América por los conquistadores españoles. Ya los chinos y egipcios en la más remota antigüedad, utilizaban el ajo alimentando con él a los esclavos que construían las pirámides porque creían que les aportaba energía, también se empleó en el proceso de momificación y como moneda. En Grecia y Roma el ajo se consideró un potente afrodisíaco, se lo apreciaba como una fuente de fortaleza física y lo incluían en la dieta de esclavos y atletas para incrementar su vitalidad. Las propiedades bactericidas del ajo se demostraron sobradamente en las dos guerras mundiales, cuando se utilizaba su jugo para desinfectar las heridas de los soldados.
El ajo, es una hortaliza cuyo bulbo emana un fuerte olor al ser cortado, esto se debe a dos sustancias altamente volátiles, denominadas aliina y disulfuro de alilo. La variedad más común es la Allium sativum. Se ubica dentro de la familia de las liliáceas. Es una planta perenne emparentada con la cebolla. Las hojas son planas y delgadas, de hasta 30 cm de longitud. Las raíces alcanzan fácilmente profundidades de 50 cm o más. El bulbo, de piel blanca, forma una cabeza dividida en gajos comúnmente llamados dientes. Cada cabeza puede contener de 6 a 12 dientes, cada uno de los cuales se encuentra envuelto en una delgada película de color blanco o rojizo. Cada uno de los dientes puede dar origen a una nueva planta de ajo. Las flores son blancas, y en algunas especies el tallo también produce pequeños bulbos o hijuelos.
De acuerdo a los efectos medicinales buscados, varía la forma en que deben ser ingeridos, ya que el ajo posee diferentes propiedades crudo o cocido. Cuando el ajo crudo es cortado o machacado, se produce la combinación de la aliina con la alinasa, lo que produce una sustancia denominada alicina que actúa contra numerosos virus y bacterias y es considerada por muchos investigadores como el más potente antioxidante conocido. La alicina sólo dura unos minutos por lo que es importante ingerir rápidamente el ajo. Si el ajo es cocinado, este compuesto se destruye. En el proceso de cocción se liberan compuestos diferentes, como la adenosina y el ajoeno, que poseen cualidades anti coagulantes y reducen el nivel de colesterol.
Ajo, crudo
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Composición alimentaria por cada 100 g
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Energía 150 kcal 620 kJ
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Carbohidratos
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33.06 g
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Grasas
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0.5 g
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Proteínas
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6.36 g
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Agua
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59 g
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Fibra
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2.1g
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Niacina (Vit. B3)
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0.7 mg
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Ácido pantoténico (B5)
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0.596 mg
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Vitamina B6
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1.235 mg
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Vitamina C
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31.2 mg
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Potasio
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401 mg
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Azufre
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70 mg
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Calcio
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181 mg
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Hierro
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1.7 mg
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Magnesio
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25 mg
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Fósforo
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153 mg
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Sodio
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17 mg
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Zinc
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1.16 mg
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USOS MEDICINALES
DIURETICO: El ajo es recomendado en casos de reumatismo, edemas, hidropesía, y problemas de vejiga ya que favorece la eliminación de líquidos corporales actuando como diurético (6 gotas al día de extracto fluido). Tomar 2 vasos al día de la decocción de 4 dientes de ajo en un litro de agua puede aliviar la gota.
SISTEMA CIRCULATORIO: Actúa en enfermedades circulatorias como hipertensión, arteriosclerosis, colesterol alto, infarto de miocardio, angina de pecho y otras relacionadas con una mala circulación como las hemorroides, esto debido a la presencia de componentes sulfurosos, así como la aliína, y el ajoeno que le otorgan a esta planta propiedades antitrombóticas (no formación de coágulos) por lo que resulta muy adecuada para fluidificar la circulación sanguínea reduciendo el bloqueo de las arterias, y por lo tanto regulando su presión y el nivel de insulina en el cuerpo (Medio gramo de tintura al día, o crudo en ensalada, o maceración de 100 gramos de ajo en 400 gramos de alcohol de vino. Media cucharadita antes de irse a dormir). Una mejor circulación sanguínea permite un aporte mayor de oxígeno a las células y una mayor limpieza de las toxinas celulares.
BACTERICIDA: El ajo por su contenido en compuestos ricos en azufre, es uno de los mejores remedios naturales para combatir procesos infecciosos de los aparatos respiratorio, digestivo y excretor como gripe, bronquitis, faringitis, putrefacciones intestinales, diarrea, infecciones renales, cistitis, etc. (7 gotas de jarabe esencial al día). Con funciones expectorantes esta apreciada planta es especialmente indicada para calmar la tos de origen bacteriano (Maceración de medio kilo de ajos en un litro de vino blanco, tomar 3 cucharadas diarias durante 10 días) (15 gotas al día de extracto fluido repartido en 3 tomas); también es eficiente cuando el dolor de oídos responde a una infección interna del oído medio (Suministrar un par de gotas de aceite de ajo dentro del oído, tapar con un algodón posteriormente). Sus propiedades bactericidas pueden aprovecharse para combatir o prevenir las intoxicaciones alimentarias, el tratamiento de la vaginitis u otras infecciones de la vagina, o el tratamiento o prevención de enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea (Comer ajo crudo en ensaladas, tomar cápsulas de ajo). El probado valor bactericida del ajo, así como sus propiedades antioxidantes, podrían ser interesantes en la ayuda contra las infecciones que se aprovechan del Sida para aparecer (Comer hasta 5 ajos crudos por día o tomar cápsulas de ajo).
Sus propiedades bactericidas lo convierten en un buen desinfectante contra las mordeduras o picaduras de animales, especialmente de insectos, así como la mayoría de afecciones de la piel, especialmente infecciosas, como los hongos, llagas, heridas y quemaduras (Frotar la parte afectada con jugo de ajo). También puede utilizarse para combatir la sarna (Frotar la parte afectada con ajo machacado en aceite de oliva), las verrugas (Cataplasma de ajo sobre la verruga) o los callos (Cataplasma de diente de ajo machacado con un poco de perejil únicamente sobre la zona afectada, sin tocar al resto de la piel, porque puede producir ampollas).
FUNGICIDA: Por sus propiedades fungicidas resulta efectivo para combatir la infección del pie de atleta (Maceración de 8 o 9 dientes de ajo en aceite de oliva durante 3 días, aplicar el aceite con una gasa entre los dedos de los pies).
ANTIHELMÍNTICO: Por sus propiedades antihelmínticas se utilizan las decocciones de dientes de ajo triturados para expulsar la tenia o solitaria y otras lombrices intestinales.
SISTEMA DIGESTIVO: Mejora la digestión, al estimular el hígado, la vesícula y el páncreas, aunque debería evitarse en aquellos casos de acidez estomacal así como en estómagos delicados, sin embargo parece tener un efecto positivo en el tratamiento de la úlcera (Tomar crudo o machacado y mezclado con mantequilla).
ANTICANCERIGENO Y ANTIOXIDANTE: Estudios recientes asocian el consumo del ajo con la inhibición del cáncer. Los compuestos azufrados parecen ser los responsables en la lucha contra la aparición de células cancerosas en el estómago, hígado, pecho, etc. El flavonoide quercetina, por sus efectos antioxidantes, parece jugar el mismo papel. Este flavonoide también resulta muy útil para disminuir las reacciones alérgicas producidas por el polen.
REPELENTE CONTRA INSECTOS: Se ha demostrado científicamente que las personas que ingieren ajo no son picadas por los mosquitos, esto se debe a que el humano es incapaz de digerir y/o metabolizar la sustancia activa que los repele, por lo tanto ésta sustancia es transpirada por los poros dermales sin causar efectos secundarios.
PRECAUCIONES
Debido precisamente a sus múltiples propiedades se debe tener cuidado en las siguientes condiciones:
* Problemas de sangrado o de coagulación sanguínea.
* Diabetes
* Por su elevado contenido en yodo, no debería tomarse en caso de hipertiroidismo.
* Embarazo
* Ingesta de algunas medicinas para controlar el nivel de azúcar en la sangre y algunos antiinflamatorios.
*Puede provocar dermatitis por contacto por lo que debe utilizarse prudentemente.
Para evitar problemas es mejor tomar este producto de una forma natural.
TINTURA DE AJO - Preparación
Pelan y corta en pequeños trozos unos 40 dientes de ajo bien sanos, luego colocarlos dentro de un frasco de cristal con tapa, cúbrelos con alcohol fino (etanol), tápalos y déjalos en maceración durante 15 días agitando diariamente. Transcurrido dicho tiempo se filtra y queda listo para usarse. Toma de 15 a 20 gotas por día, antes de cada comida, mezcladas con medio vaso de agua natural. Al cabo de un mes descansa unos 10 días, y luego repite nuevamente la dosis un mes más.